11/2/12

Viky, en definitiva, vida..



(Montse Álvarez, actriu del Col·lectiu, escriu a la revista de desembre)

Un fado, una habanera, una sardana, un pasodoble o cualquier canción de Rafaella

Carrà. Alegría, teatro, cultura, solidaridad: VIDA, EN DEFINITIVA, VIDA; Viki amaba la vida plenamente, en todas y cada una de sus facetas; con ella hemos compartido tantas cosas...

Al poco de enterarse de lo irremediabledesuenfermedad, me pidió que fuese su voz en su despedida de todos nosotros, de todos los colectivos de los que formó parte toda su vida. Me dijo: “pero desde la alegría Ponci, que no quiero que estéis tristes, que yo estoy bien”, así era de generosa. No quería olvidarse de nadie, de la Parroquia, de Cáritas, de los compañeros de política de tantos años, los nuevos y los de antes, de su barrio... del Llibre Viu, del grupode teatro Tarannà, de la AFAM, de la Vocalia de Dones, de la Colorá (“capgrossa”de Rocafonda).

¿Qué sería de la Colorá si no hubiese estado Viki? Ayudó en su diseño, le puso el nombre, la tuvo en su casa y hasta la sacó a pasear por toda la ciudad; estando en el hospital la Colorá fue a visitarla y a llevarle la camiseta de las fiestas de Rocafonda (cada año ha sido parte de la comisión). La sorpresa y la emoción de ver a su capgrossa la dejó sin palabras, y es que su barrio y su gente pesaba mucho en su corazón, y... cómo no, EPMA!

Cuando llegó al Colectivo venía de una etapa en la que había dejado el teatro apartado, tenía miedo a subirse a un escenario, pero poco a poco empezó ayudándonos a repasar texto, a hacer de apuntadora, a sustituir a alguien cuando éste/a faltaba a algún ensayo... Hasta que por fin dijo sí a actuar delante del público y eso la realizó. La Viki de siempre, alegre, divertida, compañera y por fin ACTRIZ en EPMA. Aquí encontró gente que la quiso y respetó desde el primer momento y ella se sentía cómoda, en casa.

En la casa de Bernarda Alba fue Magdalena y también Angustias y a las dos las interpretó extraordinariamente. Daba igual lo que hiciera, todo lo hacía con ilusión y alegría. Ahora, poco antes de enfermar, participaba en un nuevo proyecto teatral, “lo que me costó el amor de Laura”, ¡un musical, nada más y nada menos! ¡Dos de sus grandes pasiones juntas! Éste era uno de sus sueños, sería el personaje de la pitonisa y cantaría la canción visitarla y a llevarle la camiseta de las fiestas de Rocafonda (cada año ha sido parte de la comisión). La sorpresa y la emoción de ver a su capgrossa la dejó sin palabras, y es que su barrio y su gente pesaba mucho en su corazón, y... cómo no, EPMA!

Cuando llegó al Colectivo venía de una etapa en la que había dejado el teatro apartado, tenía miedo a subirse a un escenario, pero poco a poco empezó ayudándonos a repasar texto, a hacer de apuntadora, a sustituir a alguien cuando éste/a faltaba a algún ensayo... Hasta que por fin dijo sí a actuar delante del público y eso la realizó. La Viki de siempre, alegre, divertida, compañera y por fin ACTRIZ en EPMA. Aquí encontró gente que la quiso y respetó desde el primer momento y ella se sentía cómoda, en casa.

En la casa de Bernarda Alba fue Magdalena y también Angustias y a las dos las interpretó extraordinariamente. Daba igual lo que hiciera, todo lo hacía con ilusión y alegría. Ahora, poco antes de enfermar, participaba en un nuevo proyecto teatral, “lo que me costó el amor de Laura”, ¡un musical, nada más y nada menos! ¡Dos de sus grandes pasiones juntas! Éste era uno de sus sueños, sería el personaje de la pitonisa y cantaría la canción que antes sólo interpretó la gran Mercedes Sosa a la que tanto admiraba. Era tan divertido verla en ese papel...creó el personaje a trevés de su energía y alegría.

Os podría contar mil y una anécdotas (“sólo las divertidas, Ponci”, diría ella). Un día ventoso de julio en la fiesta del barrio, había que trasladar un montón de globos hinchados con helio. Teníamos un carro de esos del súper, se nos ocurrió atar los globos y llevarlos en un par de viajes. El viento empezó a soplar, los globos cobraron vida y empezaron a volar y detrás de ellos el carro y Viki, que lo conducía, casi levanta el vuelo.

Ella gritaba y reía, los demás no podíamos ayudarla del ataque de risa. La recuerdo jugando al tabú, acababa estando en todos los equipos. En Nochebuena cantando villancicos rascando la botella, vestida de rey mago dando caramelos a los niños del barrio, bailando en la plaza hasta no poder más...

Luchadora contra las injusticias (en manifestaciones siempre se oía su voz , la última en los indignados del 15M), por los derechos de la mujer y en contra de los malos tratos, Viki era una caja de sorpresas. Lo único que todos sabíamos es que podíamos contar con ella siempre. Generosa hasta el final, le preocupaba más que nosotros no sufriéramos que su propia enfermedad; tanto es así que muchas veces era ella la que terminaba consolándonos. Sólo le preocupaba su madre, Luisa, y su niño Toni (más su hijo que su sobrino) Lo demás no le inquietaba, ejemplo para todos de entereza, valentía y aceptación.

Fue una mujer valiente que quería ser recordada con alegría, y así tenemos que hacerlo. Cada vez que subamos a un escenario ella estará con nosotros, dándonos la frase si nos quedamos en blanco, aplaudiendo y saltando como siempre hacía. Por todo eso y más, no podemos decirte adiós, compañera, amiga, por eso te decimos hasta siempre, ciudadana del mundo. ¡Gracias por todo!

Dedicado a su madre, a los Tonis, a Vicente (su ángel aquí), a Joan Sabé y a todos aquellos que hicisteis su última etapa más feliz. Con todo mi cariño y respeto.

Desde Albanta

Espíritu libre soy, al aire pertenezco,

a las estrellas, al universo.

Mi alma está en paz y feliz me siento.

Mi cariño enorme os dejo y vuestro amor me llevo sed felices, no malgastéis el tiempo.

VIVID, VIVID PLENAMENTE.

Desde albanta yo os aplaudo y os quiero.

Mucha mierda, amigos, gracias y... salud, compañeros!

Viki Cruz VIKI (vida, en definitiva, vida)