3/1/13

Segunda carta comunitaria de Rafa Juncadella.


Boris Vega, Estelí a 30 de Diciembre del 2012



Lunes, 24 – Tras una noche toledana, donde nada pude dormir por el dolor, de la torcedura del pie, Vitín, un muchacho de 19 años me lleva, junto con su hermano mayor al Hospital, donde me atienden muy bien. Me ponen inyección para calmar el dolor, me hacen la radiografía, constatando que es sólo un esguince. Me dan pastillas antiinflamatorias, todo gratis. Al marchar, Vitín me lleva a casa de un amigo suyo que le presta una silla de ruedas. Luego, se vuelven al trabajo, pues tienen un chinamo o puesto de venta en el mercado Alfredo Lazo.
Mi vida va a cambiar por unos 15 días: reposo, sin visitas, sin reparto por todo el barrio de la frase del día: una nueva experiencia. Ya me irá bien descansar y dedicarme más tiempo a mí mismo. Al mediodía, comida de Navidad en casa de Chica, pues por la noche, que es cuando normalmente se celebra, ella tiene mucha faena en despachar. Estamos toditos, gozando de rico sencillo plato (único, claro y sin postre). El turrón que les regalo se lo comerán por la noche.
Al atardecer, Lenin, el esposo de Claudia, me acompaña a casa de d. Chico. Allí me pasaré más de dos horas esperando la cena, que preparan sus hijas (tiene cuatro hermosas muchachas). La hija de una de ellas me deleita con sus bailes. Qué bien baila esa muñequita de 6 años. Qué sentido del ritmo. Comparto, luego, con todos, el único suculento plato y el turrón de chocolate y avellanas que les traigo, para los 15 que somos. Vaya chiguinero, (jaleo de chicos). Por cierto, que al principio sólo comemos los hombres (la mesa no da más que para 5) Otros comen sentados en sillas sin mesa y otros esperan el 2° turno. Viene a saludarme una vecina que está estupenda de guapa con su vestidito de cintura de avispa. Se va la luz por un rato. Chilo, la vecina, comenta graciosa: “Mejor no venga, ya estamos bien así.”
Hacia las 11, la misma Chilo me lleva en su coche a la Casa Comunal a mi habitación. Viene toda su familia parece que vayamos de excursión. Cuando me acuesto, siguen los petardos y la música a toda pastilla, pero no me entero: tengo mucho sueño. Siento no poder felicitar casa por casa este año la Navidad, pero...estoy muy bien conmigo mismo.

Martes 25.- He dormido bastante bien. Paso parte de la mañana, silenciosa al rico sol, luego me traslado a la sombra, pues ya pica. Delfina, una vecina, me invita a comer. La tradicional sopa de domingo y fiestas. Esta vez también solo hombres, los empleados de D. Carlos, que lleva un gran chinamo,(puesto de venta), en el Mercado. Regalo dos libritos del XX Aniversario. Me extraña que no lo conozcan, viviendo tan cerca de la Comunal y saliendo entrevistada su hija Brenda, que fue jefa de activistas.
Por la tarde, sentadito o en la calle, sigo mi relax (qué bueno, a veces, estar impedido). Aparece de nuevo Chilo con su carro, (coche). Piensa quemeestoyaburriendo yquieredistraerme:mellevaacenarasucasa y luego a dar un paseíto por la ciudad...Ante tanta atención, comento divertido: “El año próximo pienso torcerme el pie de nuevo.” Mi personaje goza ante tantas atenciones.

Miércoles, 26 – Busco gente que vaya repartiendo mis frases: y las tarjetas de aniversarios. Por la tarde, a las 2, Mercado Loco en la cancha. Participan unos 65. No faltan colaboradores y los del circo animando el encuentro. Cómo disfruta la gente con las pruebas...Al italiano le toca resolver una ecuación y regala el calendario del Barça a uno que tenía muchas ganas de hacerse con él. Marco comenta que no le gusta el futbol. La italiana nos deleita con una canción. Blanquita se encargó de llevarme con la silla de ruedas por todos los andenes. Yo no lo creía posible: con tanta pedrusco, o se joderá la silla o me joderé yo. Nada de nada: todo bien. Blanquita me deja un andarivel para que el traslado me resulte más fácil. Alba
Manzanares, que ha estado en toda la actividad, me aconseja que me “sobe” un estupendo curandero del barrio. Lo invitan a ir a la comunal. Me lo encuentro todo concentrado preparándose para “sobarme”. De maravilla. No quiere que me vuelva a poner la venda. Vamos a ver cómo va. Mañana volverá. Se me ha formado una ampolla y, para los diabéticos como yo, los problemas de pie se alargan. Es curiosa la solución que propone: pinchar la ampolla, no con aguja desinfectada, sino con espina de rosal.

Jueves, 27.- Dentro de la Quincena alegre hay competencias de futbolín y de pingpong. No sé cómo nos arreglaremos para dar tanto premio, de tantas competencias. Dedico cantidad de horas a la relajación.

Viernes, 28.- Por primera vez me pongo zapatos (ya ha bajado la inflamación) y voy hasta el tercer andén. Repartiendo las frases. No resulta fácil andar por las calles llenas de pedruscos y desniveles, pero me lo tomo con calma. A las 6 de la tarde, Concierto Navideño en El Nido. Buena entrada, como siempre mucho chigüín. Actuó un trío de las casas tomadas u ocupadas, cercanas al Boris, Karina, del Boris, Eduin, en cantautor de Boris con su canción preciosa sobre el barrio, Gianna, la italiana que gustó muchísimo y Lidia, profesora de Universidad en Managua que vive pegada al barrio y que vino con su esposo médico en Estelí. Repartimos unos calendarios de bolsillo del 2013. Paso, luego, un buen rato en casa de Nely, donde se hospedan los dos italianos.

Sábado, 29.- No dormí demasiado bien: me constipé un poquito, pues, duermo junto a una ventana, claro, sin cristales y tengo la mala costumbre de dormir con la boca abierta. Ergo...Por primera vez, desde que me lesioné, llego hasta el final del barrio repartiendo las 11 frases.
Hablo con Estarlet, la secretaria de la pequeña comisión encargada del proyecto de adoquinado de la calle de junto al Preescolar. Nos tenemos que reunir el día 2 par agilizar el cobro difícil del dinero que tiene que dar cada vecino. La empleada de Chica me pide le preste 50 dólares, que ya me los devolverá. No tengo costumbre pues, normalmente se pierde el dinero y la amistad. Consulto a Chica. Me lo desaconseja. Dos días después la tienen que despedir, pues robó varias cosas en la casa. Anda panzona, (embarazada), sinmaridoyesbienpobredeespíritu.PobreAlejandra.
Viene Melkin, mujercita madre soltera con dos hijos, a quien había conocido años atrás. Viene a arreglar los pises a Chica y, aprovecho para que me corte y arregle las uñas a mí. Lo hace de maravilla. Como muchas aquí, es un encano de mujer.
Hoy se casa Lilí, una de las psicólogas que echaron en el proceso de El Nido, pero de la que guardan grato recuerdo en el barrio. A alguna persona de la Comisión, se le metió entre ceja y ceja. Mañana se casa Marisol, otra de las personas que trabajó en El Nido.
Me sabe mal encontrarme tanto bolo, (borracho). Me vienen ganas de decirle a Chica que deje de vender alcohol, pero no soy yo quien para darle
normas, siendo así que es la más fuerte entrada de la venta, (tienda), dentro de lo poquito que venden.
Larga plática,(charla), con Claudia, que se borró de la Comisión de jóvenes, pues su cargo de Subdelegada del Ministerio de Educación no le da chance para muchas ocupaciones. Sigue, con todo, en la Comisión de barrio, pues como dice ella “de nada sirve ir proclamando consignas revolucionarias si en tu barrio no te comprometes”.
Otra larga charla con Alan. Tipo original, poeta, muy al corriente de la política nacional e internacional. Fue pandillero, drogadito, bebedor, ahora lleva dos grupos de jóvenes que quieren dejar el vicio. Uno de ellos se llama Fe y Esperanza. Me invita a que vaya a verlos. Anda con todo el cuerpo tatuado y una pinta de ropaje toda rara, con una calavera cerca de la zona de los testículos. Me dice que más de una vez la policía lo ha detenido por sospechoso sólo por su facha. Se le acercan media docena de bolos, (borrachos), de junto el Casa Comunal, con quien mantiene buena relación. Le admiro. A mí me cuesta tratar a los bolos, (borrachos), eso que me aprecian y admiran. Sara, vecina, anda bola tumbada por el suelo. Es la madre de una serie de bolos, uno de los cuales ya murió a consecuencia del alcohol. Se acerca una guapa chica bola. Un bolo me dice: ¿Le gusta esa chica? Le respondo: _Me gusta más ella que tú. Todos ellos se echan una carcajada.
Acabamos el día con al Cena de Hermanamiento. Cena de traje: yo traje enchiladitas, él pollo... Somos unas 30 personas. Por primera vez hay un grupo de jóvenes del circo. Roberto, ex pandillero, ha preparado cena para los 7. Marco, el italiano ha preparado 8 ricas pizzas. Yo compro media docena de enchiladitas, (plato típico), ricas y una botella de coca cola. Ambiente muy agradable.

Domingo, 30.- Salgo de mañanita a repartir las frases y a charlar distendido con quien se tercia. Hoy cumplen años 5 personas en el barrio. Cruz me das otra sobadita en el pie. Regreso a la Casa Comunal, cuando ya Chica me llama para comer.
Por la tarde, de nuevo espectáculo de circo en la Cancha. Mucha gente. Brisea ( chirimiiri) , pero nadie se mueve.
Al acabar, voy a casa de Mayra, pues una hija suya Karla Vanesa, ya con sus largos 20 años, celebra el aniversario. Mucho pequeño bailando. Muchos hombres amigos de la guapa Karla. Bastante cerveza, pero sin pasarse. Llevo el último turrón: las tres barras que me quedan, son para premios. Esta barra es sin azúcar. Sortero de mí, pues la mamá de una de las niñas de 8 años, dice que su hija es diabética. Me alegra ver que entre los bastantes niños invitados hay varias niñas de una de las familias más pobres del barrio.
Bueno, acabo este informe semanal. De la Quincena Alegre ya quedan pocas actividades. Es el año que ha funcionado mejor, pues ha estado muy repartidas las responsabilidades.

Mañana, la quema de viejos, uno de los días más bonitos del año. Guaseo: “A mí que no me quemen todavía”

Bueno. Feliz 2013.
“Aunque la crisis pese, feliz dos mil “trece”