Para rematar esta movida semana en la que nos hemos tenido que multiplicar, el domingo 28, nos fuimos a Vilassar, para ver una vez más EL CAFÉ DE LA MARINA, de grupo de la sala Cabañas.
Esta ocasión con el doble aliciente de la colaboración de EPMA, con el debut de LLuisa, que sustituyó a una actriz del grupo, en el papel de la Rufina y de ver actuar después de muchos años a Carles Maicas que también tuvo que doblar la ausencia de uno de los actores.
La verdad es que valió la pena, nos solamente por lo que significa para nosotros de aprendizaje en todos los aspectos y al mismo tiempo por poder colaborara con la Sala Cabañas.
Como es normal, cada representación es algo nuevo y la verdad que aparte de la satisfacción de ver a "nuestra" Lluisa desenvolverse sin complejos en el escenario y disfrutar de la interpretación de Carles, asistimos a una gran actuación de todo el grupo, en la que para mí hubo un momento culminante de la Catalina, con su padre en que se me puso la carne de gallina, como se suele decir.
En fín una buena tarde, en todos los sentidos, y a casa con los deberes cumplidos, ya que la semana ha sido de vértigo.
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